El 14 de enero de 1959 bajo el lema "calidad humana y capacidad profesional", Moisés Jarrín constituye la industria en el valle de Catamayo con el objetivo de cultivar, elaborar y comercializar azúcar a partir de caña, esto al considerar que es un producto de alta demanda en el mercado, que hasta entonces provenía de importaciones desde Perú y de la producción de otros ingenios en la provincia de Guayas. 

Tras la instalación de la planta con equipos comprados en Colombia y mecánicos oriundos de la zona y después  del análisis de cada una de las áreas de producción producto del continuo esfuerzo, en 1962, MALCA logra su primera producción con un total de 32.132 quintales de azúcar en su primera zafra de caña, lo cual marcó un hecho histórico de significativa importancia en Loja.